Diócesis de San Felipe

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“Vamos a la Fiesta de Corpus”

Era la invitación que mis padres me hacían utilizando esa palabra en otro idioma.

Como no recordar esa fiesta religiosa en mi niñez y adolescencia. Después de la Santa Misa salíamos en procesión alrededor de la Plaza de Armas. Mi párroco, Mons. Guillermo Echeverría M., llevaba un traje especial, diferente al que usaba en Misa, era una capa (pluvial) y un paño sobre los hombros (humeral) y en sus manos llevaba un sol de metal (custodia) y en el disco del centro la hostia consagrada (viril). Ahí estaba Jesús para ser alabado y aclamado por sus amigos.

Mi párroco iba bajo un toldo (palio) cuyas varillas afirmaban unos caballeros vestidos de terno y corbata. Los niños debíamos llevar pétalos de flores para arrojarlos por donde iba a pasar la procesión mientras se cantaba: “cantemos el Amor de los Amores”,” bendigamos al Señor”, “el amor de Cristo”, “hasta tus plantas”… y otros que Uds. recordarán. La procesión se detenía en las cuatro esquinas de la Plaza donde habían hermosos altares y desde ahí nos daban la bendición mientras estábamos de rodillas y tocaban las campanillas.

¡Qué recuerdos! Familias completas caminando con unción y fervor tras el Señor Sacramentado.

¿Cuál es el origen de esta Fiesta? Fue el papa Urbano IV (S. XIII) el que determinó que se celebrara en toda la Iglesia la solemnidad de Corpus Christi. Su objetivo era refutar las herejías de la época, reparar en el cómo se recibía la comunión y conmemorar la institución del sacramento. Luego, el Concilio de Trento determinó que no sólo se hiciera una fiesta particular de la Santa Eucaristía, sino que también se llevara en procesión al Santísimo, exhibiéndolo por las calles y plazas públicas.

El jueves Santo, como antesala de la Pasión, la Iglesia celebra la institución de la Eucaristía.

En este domingo celebramos a Jesucristo REALMENTE PRESENTE en la Eucaristía con su Cuerpo, Sangre alma y divinidad. Y como estamos en el Ciclo B, la liturgia de la Palabra pone de relieve que la sangre de Cristo sella la Nueva Alianza que Dios hace con nosotros.

Para resaltar el tono festivo, el sacerdote se viste de ornamentos blancos.

Desde la realidad que vivimos, en la Fase en que se encuentra nuestra comuna, en la imposibilidad de celebrar presencialmente la Santa Misa o de organizar la procesión de Corpus, aprovechamos los medios que nos ofrece la tecnología para conectarnos a nuestras parroquias y recibir la comunión espiritual. Digamos a nuestras familias sin vacilar: “Vamos a la Fiesta de Corpus” y expresemos creativamente el amor, la alabanza, la acción de gracias, la reparación por nuestros olvidos y ofensas, a nuestro amigo Jesús Sacramentado cantándole: “Sea por siempre, bendito y alabado…”

A la hora del almuerzo fraccionemos el pan y compartámoslo haciendo el propósito de que nuestra familia exprese vivamente la entrega de Cristo en la preocupación por los vecinos, especialmente los enfermos y ancianos y pidamos la gracia que se avive en todos el fervor eucarístico.

 

Padre Francisco Plaza Aguilera
Párroco Ntra. Sra. de Las Mercedes de Papudo

 

 

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