Con diferentes celebraciones la comunidad almendralina celebró a su patrono San Antonio de Padua.
Pese a las limitaciones impuestas por la cuarentena en la comuna de San Felipe, la comunidad parroquial celebró a San Antonio de Padua con la Eucaristía solemne del día domingo 13 de junio a las 18.00 hrs., que fue presidida por el Padre Gonzalo Bravo Álvarez, Obispo de San Felipe, acompañado del Padre Claudio Acevedo López, Administrador Parroquial y un reducido número de feligreses.
El Pastor Diocesano en su homilía expresó: “hoy queridas hermanas y hermanos le damos gracias a Dios por la fe, por saber que somos amados por Dios. Esta fiesta que hoy celebramos recordamos a un hombre que vivió desde lo más sencillo, porque cuando miró la pobreza de los Franciscanos quiso ser parte de esa comunidad, cuyo único tesoro es Dios”.
Al finalizar la Eucaristía se entregó panes a los fieles que participaron; el pan de San Antonio es sinónimo de caridad. El nacimiento de esta tradición se remonta a uno de los milagros del santo que tuvo como protagonista a Tomasito, un niño de 20 meses que se ahogó en un pozo de agua. La madre desesperada invocó la ayuda del santo e hizo una promesa: si obtenía la gracia iba a darle a los pobres el mismo peso en pan que el peso del niño. Y el pequeño milagrosamente volvió a la vida.
Celebración en Comunidad María en el Camino.
Santuario de María en el Camino también se unió a esta fiesta con la Eucaristía presidida el Padre Claudio Acevedo junto al diácono Francisco Aravena. Al final de la misa se bendijo y repartió el pan de San Antonio, haciéndose énfasis que a nadie debería faltarle el alimento básico en sus mesas. Posteriormente el Santo fue trasladado a la población el Rayo.