La noche de este Jueves Santo se desarrolló en toda nuestra Diócesis la Misa Última Cena del Señor que recuerda la institución de la eucaristía y de la orden sacerdotal iniciando así el llamado Triduo Pascual que se divide entre la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Desde la Parroquia San Antonio de Padua de Almendral, La celebración fue encabezada por el obispo de San Felipe, padre Gonzalo Bravo Álvarez, junto al diácono permanente Francisco Aravena, nuestro obispo, quien además llevó a cabo el rito del lavado de pies a 14 feligreses al estilo de Jesucristo.
En su homilía, el padre Gonzalo recordó la importancia de la eucaristía para los cristianos. “…La eucaristía es la acción maravillosa de un Dios que se ofrece para la salvación de todos los seres humanos…Para significar que toda nuestra vida ofrecida por débil que sea, por machacada que esté como el vino que se extrae de la uva sirve para alabar al Señor si lo hacemos como ofrenda de amor, la eucaristía es la fuente culmen de vida de nuestra iglesia y al servicio de eucaristía están todos los servidores indignos, como yo (obispo) y todos los sacerdotes que también hoy celebramos la institución de este sacramento del orden sacerdotal…”
Al finalizar la misa, el obispo llevó al Santísimo hasta la Capilla El Sagrario, a un costado de la parroquia, en donde se realizaron algunos minutos de adoración.
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