Con su cuarta celebración, la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores se confirma como un acontecimiento importante en la vida de nuestras comunidades eclesiales y se enriquece con nuevos significados, especialmente en nuestra diócesis, donde este pasado sábado 27 y domingo 28 de Julio, nuestras capillas y parroquias, acudieron al llamado del Papa Francisco: “Dios nunca abandona a sus hijos. Ni siquiera cuando la edad avanza y las fuerzas flaquean, cuando aparecen las canas y el estatus social decae, cuando la vida se vuelve menos productiva y corre el peligro de parecernos inútil. Él no se fija en las apariencias.”
El tema de este año, “En la vejez no me abandones” (cf. Sal 71,9), recuerda la sentida súplica al Señor de no quedarse solo en la vejez. La atención de los abuelos y a los mayores no es solo un deber de gratitud y afecto, sino una necesidad para poder construir una sociedad más humana y fraterna. La idea es hacer que los mayores se sientan parte integrante de nuestra familia cristiana y de nuestra historia común.
Es por ello, que la Pastoral Diocesana de Personas Mayores en conjunto con los clubes de personas mayores, realizaron celebraciones eucarísticas en sus capillas y parroquias, dando énfasis en el encuentro intergeneracional, en la memoria agradecida de tantos agentes pastorales que han aportando y acompañado en la vida de fe cristiana. Compartimos algunas imágenes enviadas por las parroquias.
Fuente Pastoral Social Diocesana