El lunes 11 de noviembre, el Obispado de San Felipe fue sede de una reunión clave para avanzar en los esfuerzos de protección y apoyo a los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad, quienes viven en las residencias bajo la dirección del Obispado. En este encuentro fraterno participaron el Director Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, Claudio Castillo, y varios miembros del equipo de administración del Obispado de San Felipe. El encuentro tuvo lugar en el Salón de Reuniones del Obispado y contó con la presencia de Mons. Gonzalo Bravo Álvarez, obispo de San Felipe; Ignacio Urzúa Villagrán, administrador de Bienes del Obispado; Fernando Aguilera, director de Administración Centralizada del Obispado, junto al Delegado Presidencial Cristian Aravena Reyes y Carla Oyarzún Pinochet, Jefa de Gabinete del Servicio de Protección Especializada.
Propósito del Encuentro
La reunión se enmarcó en la revisión y análisis de la situación de las residencias administradas por el Obispado de San Felipe, buscando identificar áreas de mejora, así como las oportunidades para reforzar la colaboración con el Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia. Este trabajo de revisión ha permitido evidenciar los avances realizados en los últimos años, donde el foco ha sido mejorar la gestión y destinar de manera eficiente los recursos económicos para optimizar el bienestar de los residentes.
Mons. Gonzalo Bravo Álvarez resaltó el valor de este trabajo para la Diócesis: “Optar por la niñez y adolescencia en situación de vulnerabilidad es parte esencial de nuestra misión pastoral. Este esfuerzo busca reflejar la obra misericordiosa de Dios a través de acciones concretas, con un compromiso que incluye no solo una gestión administrativa eficiente sino también la creación de un ambiente de amor y cuidado”.
Casas Residenciales bajo la Dirección del Obispado
El Obispado de San Felipe tiene bajo su responsabilidad cuatro residencias: tres de ellas dedicadas a la acogida de niñas y adolescentes (Casa Belén, Casa Laura Vicuña y Casa Sagrada Familia) y una para varones (Casa Walter Zielke). Estas casas ofrecen no solo un hogar, sino también una red de apoyo integral enfocada en el desarrollo emocional y educativo de los residentes.
Ignacio Urzúa Villagrán, administrador de Bienes del Obispado, comentó sobre los esfuerzos actuales: “Estamos agradecidos por la visita del Director Nacional. Nos anima a continuar en nuestra labor de resguardar y optimizar el uso de los recursos que recibimos. Estos últimos años hemos implementado mejoras significativas para que los niños y adolescentes en nuestras residencias tengan una calidad de vida cada vez mejor y sientan el acompañamiento de una familia que los valora y cuida”.
Petición de Mayor Financiamiento para Proyectos en Ejecución
Otro de los temas centrales fue la solicitud de incremento en el financiamiento, especialmente para dos proyectos de mejoras ya en marcha en dos de las residencias. Estas mejoras, centradas en la infraestructura y los programas de desarrollo integral de los menores, requieren apoyo económico adicional para poder llevarse a cabo de forma completa y satisfacer las necesidades pendientes en términos de calidad de vida.
Fernando Aguilera, director de Administración Centralizada de Residencias, destacó: “Nuestro trabajo ha sido constante y decidido, y en esta ocasión hemos presentado ante el Director Nacional la necesidad de apoyo económico adicional. Esta colaboración no solo garantizará la continuidad de los proyectos, sino que permitirá afianzar el trabajo que realizamos, asegurando que los niños y adolescentes bajo nuestro cuidado tengan acceso a una vida digna y a oportunidades de desarrollo que les permitan mirar con esperanza hacia el futuro”.
Un Compromiso Pastoral y Social Permanente
Mons. Gonzalo Bravo concluyó la reunión agradeciendo a los participantes y reiterando el compromiso de la Diócesis de San Felipe en fortalecer estas residencias. “Nos encontramos firmemente comprometidos con la protección de nuestros niños, niñas y adolescentes. Este compromiso no solo es parte de nuestra labor pastoral, sino que refleja el llamado que Dios y la Iglesia nos hacen para cuidar de quienes más lo necesitan. Agradecemos a Claudio Castillo, Carla Oyarzún y Cristian Aravena por su disposición y compromiso para avanzar en esta labor conjunta.”
Este encuentro demuestra el continuo esfuerzo de la Diócesis de San Felipe en trabajar de la mano con las instituciones nacionales para fortalecer la infraestructura y el cuidado de los menores en situación de vulnerabilidad, cumpliendo así con la misión social de la Iglesia y el llamado a optar siempre por el bien de los más pequeños.
Fuente Área de Comunicaciones Obispado San Felipe